Tanteó el gatillo con su índice y aterrorizado se separó de ella mientras miraba el cielo...
Un potente rayo de luz... procedente del astro rey de la noche, aquel que siempre había velado por los enamorados, aquel que tantas veces había servido de inspiración a poetas y guerreros, les golpeó a los tres como una lanza furiosa en busca de un pulmón o un corazón que perforar.
Ella miró hacia arriba... el Ladrón también.
Los dos pudieron ver a una Luna brillante, llena como nunca lo había estado, definida en el cielo como si estuviese tan cerca que pudieses cogerla con la mano.
El Ladrón la observó con terror en las miradas que dirigía hacia ella... la muchacha con asombro, miedo y parte de alegría al ver un espectáculo tan grandioso como aquel.
La canción de los árboles se hizo mucho más intensa, y algunas de sus hojas se soltaron para rodearlos como confetti de esperanza e ilusión.
El Ladrón con puro pavor llenándole las venas salió corriendo alejándose de allí... de aquello que no podía entender...
Los dos muchachos se quedaron quietos. Una con la esperanza de que se hiciera justicia... el otro, esperando que la justicia divina le buscase un buen hueco en aquel cielo tan enorme y plagado de puntitos de luz... de almas que se habían hallado un hueco en él.
...
La policía no tardó mucho en llegar, una pareja que mientras patrullaba la noche habían acertado a pasar por allí cerca en el momento que se produjeron los disparos. Atónitos por el espectáculo se quedaron estupefactos, sin saber que hacer, dejando pasar el tiempo...
Llegaron a aquel lugar y vieron a una joven abrazando a un muchacho, de su misma edad, mientras lloraba... y sus lágrimas humedecían las mejillas de este, las cuales comenzaban a perder su color.
Al fondo... hacia el final de aquella rambla de árboles que no dejaban de cantar una salve al muerto, lo imposible sucedía...
...Un rayo potente de luz, procedente de la propia luna, iluminaba a una persona que... aterrorizada... gritaba al viento y disparaba al aire, de tal forma que hubiese sido imposible no verlo a kilómetros de distancia.
La pareja de policías estaban seguros de que nadie en esa ciudad podría evitar ver aquel foco divino que impartía justicia a su modo...
...Aquel foco que... surgiendo de la más bella luna que jamás había brillado sobre esa planeta, permitió que el criminal más buscado de ese país fuese atrapado al fin... que salvó la vida a una bella joven... y que hizo tener, a toda una ciudad, de nuevo... ilusión...
...Aunque fuera sólo por una noche...
Un potente rayo de luz... procedente del astro rey de la noche, aquel que siempre había velado por los enamorados, aquel que tantas veces había servido de inspiración a poetas y guerreros, les golpeó a los tres como una lanza furiosa en busca de un pulmón o un corazón que perforar.
Ella miró hacia arriba... el Ladrón también.
Los dos pudieron ver a una Luna brillante, llena como nunca lo había estado, definida en el cielo como si estuviese tan cerca que pudieses cogerla con la mano.
El Ladrón la observó con terror en las miradas que dirigía hacia ella... la muchacha con asombro, miedo y parte de alegría al ver un espectáculo tan grandioso como aquel.
La canción de los árboles se hizo mucho más intensa, y algunas de sus hojas se soltaron para rodearlos como confetti de esperanza e ilusión.
El Ladrón con puro pavor llenándole las venas salió corriendo alejándose de allí... de aquello que no podía entender...
Los dos muchachos se quedaron quietos. Una con la esperanza de que se hiciera justicia... el otro, esperando que la justicia divina le buscase un buen hueco en aquel cielo tan enorme y plagado de puntitos de luz... de almas que se habían hallado un hueco en él.
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La policía no tardó mucho en llegar, una pareja que mientras patrullaba la noche habían acertado a pasar por allí cerca en el momento que se produjeron los disparos. Atónitos por el espectáculo se quedaron estupefactos, sin saber que hacer, dejando pasar el tiempo...
Llegaron a aquel lugar y vieron a una joven abrazando a un muchacho, de su misma edad, mientras lloraba... y sus lágrimas humedecían las mejillas de este, las cuales comenzaban a perder su color.
Al fondo... hacia el final de aquella rambla de árboles que no dejaban de cantar una salve al muerto, lo imposible sucedía...
...Un rayo potente de luz, procedente de la propia luna, iluminaba a una persona que... aterrorizada... gritaba al viento y disparaba al aire, de tal forma que hubiese sido imposible no verlo a kilómetros de distancia.
La pareja de policías estaban seguros de que nadie en esa ciudad podría evitar ver aquel foco divino que impartía justicia a su modo...
...Aquel foco que... surgiendo de la más bella luna que jamás había brillado sobre esa planeta, permitió que el criminal más buscado de ese país fuese atrapado al fin... que salvó la vida a una bella joven... y que hizo tener, a toda una ciudad, de nuevo... ilusión...
...Aunque fuera sólo por una noche...
Saikio Shore...
...El último Caballero Samurai...
(14-Febrero-2007)
...El último Caballero Samurai...
(14-Febrero-2007)