Los dos se pusieron en tensión y él reaccionó tan rápido como pudo para cubrir a su compañera con su cuerpo.
Enfrente de ellos, una silueta negra, difuminada por la poca luz de ambiente que había en aquella rambla extendía su brazo hacia ellos amenazante. Vestía una gabardina oscura que le llagaba a los pies y ocultaba la silueta de su cuerpo, y cubría su cabeza con un gorro de ala ancha.
-¿Qué es lo que quiere? -preguntó, con lo que parecía ser sangre fría, él.
Ella de ocultaba detrás de su cuerpo, protegiéndose de forma egoísta, pero aún así su curiosidad era mucho más grande que el miedo que en forma de adrenalina le invadía el cuerpo. Con sus dos ojos verdes por encima del hombro del muchacho, observó toda la escena expectante.
-¿Querer? Pues un buen piso, tener cien millones en el banco, y poder vivir de rentas, pero como no me es posible conseguir eso, me contentaré con todo lo que pueda apropiarme de ti, y de la preciosidad que te acompaña.
-Vale, coja todo lo que quiera, pero a ella déjela en paz, no le haga daño...
-Eres valiente -rió el Ladrón-, y eso me gusta, la pena es que yo ya tenía pensado que iba a hacer con vosotros... y el dejaros con vida para que pudieseis identificarme no estaba dentro del plan, así que, muy a mi pesar, tendré que hacerle daño... lo siento...
Al decir eso, un resorte... un muelle demasiado tenso en el interior de él saltó, haciendo saltar también su cuerpo.
Como un felino cazando fue a parar encima del Ladrón que, sorprendido por aquel ataque desesperado, no pudo hacer otra cosa que disparar su arma.
Era la vida del muchacho o su libertad y, cierto es, no le costó mucho decidir.
Forcejearon un poco hasta que el Ladrón pudo apuntar su pistola hacia el cuerpo del muchacho... entonces...
BANG... BANG... BANG...
BANG... BANG...
BANG...
...disparó seis veces.
Su cuerpo cayó al suelo... entre el retumbar de los estallidos... el grito de desesperación de ella y la triste canción que el susurro de los árboles cantaba.
El Ladrón se arregló el desastre que había organizado aquel muchacho, mientras ella, sin creer lo que había visto con sus propios ojos se acercaba al cuerpo de este.
Se arrodilló a su lado y cogió con dulzura y delicadeza su inerte cabeza. Cerró sus ojos, que habían quedado abiertos de manera violenta a su muerte, y acarició sus labios con los dedos. Aún se notaba el calor de la sangre circulando por ellos, aunque pronto, el rigor de la muerte les invadiría...
Lloró amargamente la muerte del muchacho, y maldijo a la luna que debía haberlos protegido. La primera lágrima que sus ojos exprimieron se deslizó por su mejilla, hasta la barbilla y de allí, después de un momento de indecisión saltó la infinita distancia que separaba aquel dulce rostro roto por el dolor, del suelo de tierra del camino.
El Ladrón no volvió a hablar durante toda esa demostración de amor y dolor...
...se limitó a amartillar su arma y a colocarla a unos pocos milímetros de la sien izquierda de la muchacha, sin tocarla... sin distraer toda la concentración que había puesto en aquella demostración.
Tanteó el gatillo con su índice y a......o ...
Enfrente de ellos, una silueta negra, difuminada por la poca luz de ambiente que había en aquella rambla extendía su brazo hacia ellos amenazante. Vestía una gabardina oscura que le llagaba a los pies y ocultaba la silueta de su cuerpo, y cubría su cabeza con un gorro de ala ancha.
-¿Qué es lo que quiere? -preguntó, con lo que parecía ser sangre fría, él.
Ella de ocultaba detrás de su cuerpo, protegiéndose de forma egoísta, pero aún así su curiosidad era mucho más grande que el miedo que en forma de adrenalina le invadía el cuerpo. Con sus dos ojos verdes por encima del hombro del muchacho, observó toda la escena expectante.
-¿Querer? Pues un buen piso, tener cien millones en el banco, y poder vivir de rentas, pero como no me es posible conseguir eso, me contentaré con todo lo que pueda apropiarme de ti, y de la preciosidad que te acompaña.
-Vale, coja todo lo que quiera, pero a ella déjela en paz, no le haga daño...
-Eres valiente -rió el Ladrón-, y eso me gusta, la pena es que yo ya tenía pensado que iba a hacer con vosotros... y el dejaros con vida para que pudieseis identificarme no estaba dentro del plan, así que, muy a mi pesar, tendré que hacerle daño... lo siento...
Al decir eso, un resorte... un muelle demasiado tenso en el interior de él saltó, haciendo saltar también su cuerpo.
Como un felino cazando fue a parar encima del Ladrón que, sorprendido por aquel ataque desesperado, no pudo hacer otra cosa que disparar su arma.
Era la vida del muchacho o su libertad y, cierto es, no le costó mucho decidir.
Forcejearon un poco hasta que el Ladrón pudo apuntar su pistola hacia el cuerpo del muchacho... entonces...
BANG... BANG... BANG...
BANG... BANG...
BANG...
...disparó seis veces.
Su cuerpo cayó al suelo... entre el retumbar de los estallidos... el grito de desesperación de ella y la triste canción que el susurro de los árboles cantaba.
El Ladrón se arregló el desastre que había organizado aquel muchacho, mientras ella, sin creer lo que había visto con sus propios ojos se acercaba al cuerpo de este.
Se arrodilló a su lado y cogió con dulzura y delicadeza su inerte cabeza. Cerró sus ojos, que habían quedado abiertos de manera violenta a su muerte, y acarició sus labios con los dedos. Aún se notaba el calor de la sangre circulando por ellos, aunque pronto, el rigor de la muerte les invadiría...
Lloró amargamente la muerte del muchacho, y maldijo a la luna que debía haberlos protegido. La primera lágrima que sus ojos exprimieron se deslizó por su mejilla, hasta la barbilla y de allí, después de un momento de indecisión saltó la infinita distancia que separaba aquel dulce rostro roto por el dolor, del suelo de tierra del camino.
El Ladrón no volvió a hablar durante toda esa demostración de amor y dolor...
...se limitó a amartillar su arma y a colocarla a unos pocos milímetros de la sien izquierda de la muchacha, sin tocarla... sin distraer toda la concentración que había puesto en aquella demostración.
Tanteó el gatillo con su índice y a......o ...
[CONTINUARÁ...]
Saikio Shore...
...El último Caballero Samurai...
(14-Febrero-2007)
...El último Caballero Samurai...
(14-Febrero-2007)
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